jueves, 27 de julio de 2017

Facundo Jones Huala:  Mi detención es un montaje político judicial 
Preso desde el 28 de junio, señala que justo ese día se reunieron Macri y Bachelet, y que su prisión es por cargos que ya estaban apelados. El futuro mapuche, las multinacionales y la lucha pacífica.



Empleados de Atiles (plásticos)  amenazan con tomar la fábrica


En la empresa Atiles recrudeció el conflicto que se desató en los últimos días y desde el Sindicato del Plástico amenazan con tomar la fábrica si es que la patronal no desiste de su intención de reducir la jornada laboral.
Este miércoles por la mañana se llevó a cabo una audiencia de conciliación en la Secretaría de Trabajo pero la empresa y el gremio no llegaron a ningún acuerdo. La patronal quiere reducir dos jornadas laborales (la de los sábados por la mañana y el domingo por la noche) pero el gremio lo rechaza de plano porque implica una reducción del salario de los trabajadores y porque temen por los puestos de trabajo.
Lesa Humanidad: histórica condena en Mendoza a 4 jueces de la dictadura

Los ex magistrados federales Rolando Evaristo Carrizo, Guillermo Petra Recabarren, Luis Miret y Otilio Roque Romano recibieron la pena máxima al ser declarados partícipes primarios de secuestros, tormentos y homicidios cometidos durante la dictadura en Mendoza. Otros ocho represores recibieron perpetua.


"Eva" - Maria Elena Walsh

Y el pobrerío se quedó sin madre llorando entre faroles sin crespones.
Llorando en cueros, para siempre, solos.
Sombríos machos de corbata negra sufrían rencorosos por decreto y el órgano por Radio del Estado hizo durar a Dios un mes o dos.
Buenos Aires de niebla y de silencio.
El Barrio Norte tras las celosías encargaba a París rayos de sol.
La cola interminable para verla y los que maldecían por si acaso no vayan esos cabecitas negras a bienaventurar a una cualquiera.
Flores podridas para Cleopatra.
Y los grasitas con el corazón rajado, rajado en serio. Huérfanos. Silencio.
Calles de invierno donde nadie pregona El Líder, Democracia, La Razón.
Y Antonio Tormo calla “amémonos”.
Un vendaval de luto obligatorio.
Escarapelas con coágulos negros.
El siglo nunca vio muerte más muerte.
Pobrecitos rubíes, esmeraldas, visones ofrendados por el pueblo, sandalias de oro, sedas virreinales, vacías, arrumbadas en la noche.
Y el odio entre paréntesis, rumiando venganza en sótanos y con picana.
Y el amor y el dolor que eran de veras gimiendo en el cordón de la vereda.
Lágrimas enjuagadas con harapos, Madrecita de los Desamparados.
Silencio, que hasta el tango se murió.
Orden de arriba y lagrimas de abajo.
En plena juventud. No somos nada.
No somos nada más que un gran castigo.
Se pintó la República de negro mientras te maquillaban y enlodaban.
En los altares populares, santa.
Hiena de hielo para los gorilas pero eso sí, solísima en la muerte.
Y el pueblo que lloraba para siempre sin prever tu atroz peregrinaje.
Con mis ojos la vi, no me vendieron esta leyenda, ni me la robaron.
Días de julio del 52 ¿Qué importa donde estaba yo? II No descanses en paz, alza los brazos no para el día del renunciamiento sino para juntarte a las mujeres con tu bandera redentora lavada en pólvora, resucitando.
No sé quién fuiste, pero te jugaste.
Torciste el Riachuelo a Plaza de Mayo, metiste a las mujeres en la historia de prepo, arrebatando los micrófonos, repartiendo venganzas y limosnas.
Bruta como un diamante en un chiquero ¿Quién va a tirarte la última piedra? Quizás un día nos juntemos para invocar tu insólito coraje.
Todas, las contreras, las idólatras, las madres incesantes, las rameras, las que te amaron, las que te maldijeron, las que obedientes tiran hijos a la basura de la guerra, todas las que ahora en el mundo fraternizan sublevándose contra la aniquilación.
Cuando los buitres te dejen tranquila y huyas de las estampas y el ultraje empezaremos a saber quién fuiste.
Con látigo y sumisa, pasiva y compasiva, única reina que tuvimos, loca que arrebató el poder a los soldados.
Cuando juntas las reas y las monjas y las violadas en los teleteatros y las que callan pero no consienten arrebatemos la liberación para no naufragar en espejitos ni bañarnos para los ejecutivos.
Cuando hagamos escándalo y justicia el tiempo habrá pasado en limpio tu prepotencia y tu martirio, hermana.
Tener agallas, como vos tuviste, fanática, leal, desenfrenada en el candor de la beneficencia pero la única que se dio el lujo de coronarse por los sumergidos.
Agallas para hacer de nuevo el mundo.
Tener agallas para gritar basta aunque nos amordacen con cañones.