lunes, 15 de agosto de 2016

¿Guerra sucia? por Ruben Dri


Macri califica como “guerra sucia” al terrorismo de Estado, como hacían los militares genocidas. Con ello los “crímenes de lesa humanidad” dejan de ser tales y pasan a ser actos de guerra. Se legitima la teoría de los “excesos” y se deslegitima la política de “memoria, verdad y justicia” que constituye un verdadero ejemplo para toda la humanidad.
A no equivocarse, no se trata de un error, un simple “lapsus linguae” de Macri. Es lo que él piensa y es en base a eso que actúa.
Germán Garavano, ministro de justicia y ¿derechos humanos? Salió en defensa de Michetti enredada en la tarea de justificar los 50.000 dólares y 45.000 pesos le robaron. En esa tarea, Garavano dice que la denuncia “es parte de un proceso en que todo se judicializa” y “termina siendo una injusticia”.
Hay que preguntarle a Garavano, quién comenzó con la judicialización de la política. ¿Cómo se logró frenar la ley de medios si no fue por la puesta de “amparo” sobre amparo? ¿NO logró eso Clarín? ¿No consiguió La Nación gambetear una deuda que lleva más años que Matusalén? Pero finalmente, ¿no es el mismo poder ejecutivo que está judicializando el problema del tarifazo, APRETANDO a la Suprema Corte para que lo apruebe?
El caso Michetti da pie para investigar el financiamiento legal de la política partidaria que realizan dirigentes de Cambiemos utilizando fundaciones de la sociedad civil como pantalla y en se rubro entran: la que preside Néstor Grindetti, intendente de Lanús, Eugenio Burzaco, secretario de seguridad, Guillermo Dietrich, ministro de transporte que “no cumplen con ninguna norma legal y la fundación SUMA, de Michetti, encaja en este modus operandi.
Pichetto salió a condenar la supuesta agresión que sufrió el presidente en su visita a Mardel. De esa manera adhiere a la mentira propalada por los medios hegemónicos en el sentido de que se habría, lanzado piedras contra el auto en que viajaba el presidente, cosa que fue desmentida por la policía. Pichetto no deja de manifestar de esa manera que es más papista que el papa.
El castigo del tarifazo pretende solucionar el problema causado por el atraso en las tarifazos. De Vido responde: “Con esas tarifas atrasadas construimos 12 mil megavatios, 2.500 km de gasoductos y 5.500 km de líneas de alta tensión. Terminamos Atucha y Yaciretá paralizada por los “notables que ahora los asesoran” en referencia a Aranguren.
Sí, “se robaron todo”, pero había trabajo, sueldos defendidos en paritarias con resultado siempre arriba de la inflación, hambre prácticamente “cero”, vacaciones multitudinarias en las semanas largas como ésta, y siguen los derechos conquistados.
Hoy vamos retrocediendo en todos esos derechos. Sólo el pueblo en la calle, organizándose y exigiendo a la dirigencia que despierte lograremos que el freno que hemos comenzado a activar, paralice la máquina mortífera de Cambiemos.
Ruben Dri

No hay comentarios:

Publicar un comentario